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Para terminar este fantástico curso escolar, prepararemos un plato muy especial para celebrar el final del los experimentos.

Helado sin congelador

¿Qué traemos de casa?​

  • Una bolsa de cierre hermético pequeña.

  • Una bolsa de cierre hermético grande.

  • Guantes de cocina.

 

La profesora nos proporciona:

  • Cubitos de hielo.

  • Sal.

  • Zumo de naranja.

¿CÓMO LO PREPARAMOS?

No hay nada mejor que celebrar la llegada del verano con un rico helado. Pero sabéis que podemos elaborarlo sin necesidad de congelarlo? Vamos a ver si lo conseguimos, en éste el que será el último experimento del curso.

Lo primero que haremos, con mucho cuidado para no derramar nada, es echar el zumo de naranja en la bolsa hermética pequeña. Si tenemos dudas o dificultades, podemos pedir ayuda a la profesora.

El siguiente paso es meter la bolsa pequeña en la bolsa hermética grande e iremos introduciendo hielos en la bolsa grande y añadir un buen puñado de sal. Nos aseguramos que cerramos bien la bolsa hermética.

Ahora es el momento de colocarnos los guantes de cocina para no enfriarnos demasiado las manos. Estando bien abrigados, debemos agitar la bolsa durante cinco minutos, nada más. Agitad, agitad...

Y.... ¡Listo! Ya tenemos listo el helado. Compartid, no seáis así, que hay para todos.

 

¿QUÉ HA PASADO?

 

Cuando añadimos sal al agua, el punto de congelación baja. El hielo dentro de la bolsa se va derritiendo pero el agua con sal, que también está en la bolsa, no se congela (gracias a la acción de la sal). El hielo, que quiere derretirse necesita de otro elemento para hacerlo, así que hace que enfría el zumo hasta que éste llegue a congelarse

 

Y de esta manera, pequeños científicos, hemos llegado a final de curso. Antes de acabar con todo el helado, anotad los pasos y conclusiones en el cuaderno de Ciencias.

Os dejo el vídeo, por si este verano queréis sorprender a vuestros amigos y familia, con esta riquísima receta científica.

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